Ser masajeado con los pies. Pies delicados que se deslizan por el cuerpo, tocan las partes íntimas y provocan una sensación estimulante.
El fetichismo de pies describe la preferencia especial por los pies como zona erógena o, en el caso de un masaje, como sustituto de las manos. Esta forma de erotismo se centra en el aumento del placer visual y sensorial. Los dedos de los pies cuidados, las plantas suaves, la piel delicada o las uñas pintadas se convierten en el centro de atención.
En el mundo erótico, el fetichismo de pies es una de las preferencias más comunes y muchas personas, independientemente de su sexo, lo encuentran especialmente estimulante. Zapatos, sandalias, medias de nylon o pies descalzos: las variantes de representación son tan diversas como las propias preferencias. El fetichismo también puede referirse a accesorios como tobilleras, anillos para los dedos de los pies o determinados colores de esmalte. No se trata solo de estimulación sexual, sino a menudo de una fascinación estética por una parte del cuerpo que suele permanecer oculta en la vida cotidiana.
En el marco de una oferta de masajes, el fetichismo de pies puede integrarse de forma elegante en el proceso. Las masajistas utilizan sus pies para masajear el cuerpo, quizá también permiten que se acaricien o incluso se toquen con la lengua, siempre en función de los límites acordados y de la experiencia deseada.
Son especialmente populares los escenarios en los que la masajista utiliza sus pies de forma específica, por ejemplo, en el llamado «footplay» o mediante el cuidadoso «fuss-teasing». Si se desea, el uso de determinados zapatos o medias también puede formar parte de la puesta en escena. Quien lo desee, puede comunicar sus preferencias de antemano para crear una experiencia personalizada.